lunes, 19 de octubre de 2009

Poema de invierno



Te confieso dulce niña
que quisiera ser lluvia y de lo alto observarte
Tarde o temprano tendría que caer
pues mi caída sobre ti es inevitable

Me gustaría ser lluvia y como tal
caerte de a momentos discontinuos
De a gotas grandesque te obliguen a cerrar
Esos ojos que confunden mi destino

Caerte como rocío que te bese
caerte una, dos….mil veces
y que tus manos me enseñasen el camino
para encontrar respuesta a la pregunta
que toda lluvia lleva en sus adentros:

Cuando yo llueva… ¿Cómo me irás a recibir?
¿ Sonriendo? ¿A brazos abiertos?
¿O refugiándote de mí?

Que lluvia más feliz y tormentosa
sería yo si algún día supiera
que mi mojada y fría presencia
algún escalofrío te diera.

Y no me lluevo de pena dulce niña,
mi deseo de ser lluvia es tan sólo eso
Llegar a ser un aguacero tan intenso
Que no habrá paraguas que te salve de mis besos

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