martes, 9 de febrero de 2010

NO-SENSIBLE


Si me miras cruzando la calle,
no te imagines que soy bueno.
No dibujes una silueta sensible de mi
no me inventes silbando
ni menos me pienses escribiendo
que yo no soy de ellos
de los afectados esos.
Los que no pueden dormir
de tanta magia acumulada en las pestañas
No intentes convencerme de que me fije en los detalles
yo no sé que hacen las hormigas cuando duermen.
ni lo pienso, ni me da insomnio.
No señor, yo sólo cuento papeles
ese es mi trabajo.
Verificar que nadie engañe
mantener todo bajo control
yo solo doy vuelta las hojas
de planillas olvidadas
reviso números que nacen y mueren
números que indican viajes
asientos, pasajes.
Mi labor no tiene nada de sensible.
es muy profesional lo que yo hago.
Los papeles me susurran y sospechan que algunos números no corresponden
entonces yo los tomo
los separo los sacudo, les obligo a darse la mano y a hacer las pases
y así me llevo de la mañana a la tarde hasta el otro día.
No me digas que soy sensible
que todos inventamos historias de lo que nos sucede
a todos les pasa que se ven inmersos
en preguntas para nada poco serias
como si el boleto Nº 49503 se habrá sentado
al lado del 49504 y se habrán mirado sin querer, al entrar al túnel.
Si el roce accidental de sus brazos los habrá hecho imaginarse de la mano por la plaza,
llegando juntos al altar, 
llevando a sus hijos al colegio.
Yo no soy sensible
ni me afectan las cosas
màs de lo normal
yo soy lo que soy
un profesional
que revisa números
voltea hojas
y escribe informes
sobre las posibles aventuras
de los que compran boletos
sólo de ida

lunes, 19 de octubre de 2009

La maldición y el gitano

gitano

La atractiva presencia

Su andar descuidado

Algo tenía ese hombre,

un aire gitano

Galopaba en sus ojos

se leía en sus manos

Un aroma de bosque

un puñal de villano

Que querría el gitano

de mi simple figura

adivinó mi pasado

sabe de mi locura

Se me acerca silbando

el puñal en la mano

en su lengua el gitano

algo va recitando.

Clava suave en mi palma

el filo oxidado

y luego corta la suya

mientras prende un cigarro

“La luna me dijo un día”

dijo fumando el gitano

“Que la muerte me seguiría

escondida entre los guijarros”

“Que no habría perro que le aúlle

ni gato en techo lejano

que yo no tendría descanso

hasta enseñar a un gitano”

Tomó entonces mi mano

juntó su palma y la mía

y sentí arder la sangre

y un acordeón que latía

Caballos de agua en los ojos

águilas de humo en su cigarro

“el sortilegio tá echio” cantaba

“Ya somos dos los gitanos”

Mi sombra se mezcla y huele

en los carnavales a los aldeanos

buscando a uno que sea digno

de cargar con este regalo

La sangre caliente chilla,

cuando anda cerca un hermano

La luna me dice entonces

que lo encuentre y lo haga gitano