lunes, 19 de octubre de 2009

Nastizol



las redondez más pequeña, como astronauta a la deriva, entró silenciosamente a esa ya conocida caverna aperlada, mía, llamada boca. Entonces el viaje que ninguno de nosotros conoce, se realizó una vez más a escondidas.
Media hora después, la guerra había cesado, el pálido emisario llegó a destino con el mensaje. Primero cortaron el agua que caía en cascadas desde mi nariz. Luego salieron todos a celebrar, la llegada de la paz. Se sentaron en mi estómago y comenzar a fumar y a beber. No se preocuparon de la hora, ni que todos debían seguir trabajando. Había que festejar, comenzaba la primavera y el primero de muchos mensajeros había llegado para anunciarla, y traer alivio, tanto a los ojos hinchados, como a la garganta irritable.

Es por eso amor que por más que trato de levantarme y darte un beso….no lo he logrado. Para ti tan sólo es un pastilla, pero para mi cuerpo, hoy es feriado.

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